Resonantes “no puedo” reptan en las aceras
lacerando tus uñas de gas y blanca ruina,
en tus dedos asfalto desintegrado y humo.
Yerma sangró la espera entre mutilados “quiero”.
Mil cuchillas navegan en el viento
que aniquila cortezas y decencias,
ya comienza a clamar todo el rebaño,
nos anuncia el cartel: el fin ya cuenta .
Entre nudos de sal,
nos agoniza el mar.
Nuestro océano, ciego de culpas, nos destierra
de este escenario muerto, entre sogas y sentencias.
Amortajas los rojos sombreros de tus anhelos.
Nidos abandonados respiran soledad.
Huérfano duerme el sueño sin suspiros,
se nos enquista el eco, el “jamás vuelvo”,
raíces que se ahogan en vitrinas
entre grises destinos y maletas.
Volvemos a empezar
Nudos disueltos ¡sal!
2 comentarios:
Estos nudos de sal los presiento como buches amargos, de esos no logramos tragar, es como si me cayese sal en una herida, sobre la carne viva: el dolor es terrible. Quema.
Espero que lleguen momentos de azúcar, entre alejandrinos y endecasílabo.
Un abrazo.
Leo
Totalmente Leo así es sal y heridas, dolor.... pero pasará y llegarán los días más dulces (espero) o al menos no tan desgarrados....
Besicos sin sal
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