lunes, 13 de junio de 2011

leyendo "Laberinto Carnal" de Elvira Daudet



Hace unos días me llegó el ejemplar número 017 de este poemario que para mí es algo más que especial, lo que escribo a continuación es simplemente lo que me surgió conforme fui leyendo.

017 es mi número azul en el laberinto de sensaciones, verdades y también puños, unas veces alzados al viento, otras incrustados en la mesa con la rabia contenida. Yo no sé cómo explicar que unos "Peces muertos" de repente llenen mis manos, ni  tampoco cómo la espuma me hace llorar y sentir la tierra creciendo con tanto desgarrado amor, ni soy capaz de realizar un diagnóstico certero, más por desconocimiento que por desgana.

Pero si sé que sigo abrazada a estas páginas que con tanta ilusión esperé entre días sal, saboreo cada latido que se me desboca, cada mirada que se me perdió con una "Niña azul" y de la mano me llevó hacia mí. Me estremezco más allá del entendimiento con ese perfume que hirió al jazmín condenándolo a vivir sin ser. Me traslado en un salto de página a mi Málaga y un cubo de agua se vuelve tan indigno, tan sucio como la injusticia hecha de alfombra y arena.

017 creo que lo debo hacer mi número de la suerte. Continúo acariciando cada palabra que explota dentro con esa magia que sólo lo que es de verdad alcanza. Voy reconociendo mujeres, a veces son un increíble espejo y casi que me asusto de verme allí de repente retratada, se clavan como si hubiera sido escrito con el corazón descarnado encima de la mesa derramando toda la sangre y la vida.

Me desmonto en pequeños pedazos en esos ojos abismo de vida borrada, él también "Hacía cosas raras" y se nos fue cada día un poquito, qué lenta la muerte pausada de los recuerdos. Duelen los poemas y arden de rabia de esa historia de perdedores  borrados  como balas de hielo, de la estúpida gloria a la que nunca fueron invitados. Una mano con un manojo de rosas y cicatrices por todo el alma me ahoga, tantas veces esquivamos esa mano como si la miseria fuera contagiosa. Entre temblores vuelvo a sentir los horrores de ese Caín tan omnipresente y vuelven los jazmines en carne viva a morir en mis manos.

017 número azul que me abraza y aunque sé que hay otros 249 vagando y emocionando otras almas (convencida de que pronto serán 1249), éste es entera y egoístamente mío. Ya lo he visto entre páginas ardiendo de recuerdos nuevos, de carne y de laberinto, donde perderse no es delito sino prescripción para destruir el hastío del conformismo. "Ahora no" y de repente me encuentro apuñalando a mi yo más anciana que había decidido poseer mis enaguas, la que quería cerrar páginas que leyendo a Elvira vuelven a ser más vivas y más futuro, éste que hoy empieza a balbucear por cada plaza y por cada esquina de nuestra tierra adormilada y a pesar de no ser momento de invertir, lo haré en sueños que hoy casi se tocan  y en más poesía como la que llevo aún entre mis labios que, aunque sangraron con su cuchillo, tuvieron la capacidad de hacerme sentir vida.

Si me dicen hace un par de días que voy a escribir este “tocho comentario” los mando a bordar bodoques, pido perdón por el "rollo" que podría haber resumido en : Elvira Daudet es cojonuda y punto.






30 comentarios:

Jesús Galbraith dijo...

qué entusiasmo!! ...tendré que investigar...

Unknown dijo...

Eso tiene Elvira , eso tiene su poesia, se apodera de sus lectores, se apodera con sus letras y nos hace conciencia, nos hace belleza y nos acaricia el alma. Me gusta mucho tu modo sincero de decirlo, con ese toque tan tuyo al que ya nos estamos acostumbrando.
Un abrazo y mil besicos para ti, Charquitos.
Leo

Migli2007 dijo...

en tus palabras, se me hace más difícil la espera, si embargo la espera se hará más corta saboreando tus palabras.
Me encanta, si me encanta.
Maffi

Rocío dijo...

Wow! no sabía nada acerca de Elvira! pero ahora mismo me pongo a husmear todo lo que pueda.

Muchas gracias por la recomendación.

Besos

Elvira Daudet dijo...

Querida Luisa:

No imaginaba que mi poesía pudiera
exaltar y encender una hoguera tan hermosa, donde ardieran los malos pensamientos y las "depres" que nos acosan cada día.¡Dios mío, qué hermosura!

Que pudiera hacerte llorar sí lo adivinaba, pero ese lado positivo e incendiario que tú, lectora sensibilísima has puesto en mi libro, que ahora te pertenece porque lo has concluido de una forma nueva y oríginal, nacida de tu propia experiencia y tu creatividad, no lo pensé nunca.

Sólo por tu lectura apasionada, por todo el amor que has derramado en él, vale la pena haber escrito con sangre mi Laberinto carnal. Ningún poeta podrá presumir nunca de haber recibido una crítica tan hermosa, tan de verdad y tan estimulante. GRACIAS, CARIÑO.
Elvira

Paloma Corrales dijo...

Es una maravilla este "rollo" que has escrito. Tú sabes leer poesía, porque sabes sentirla y hacerla tuya. Ya, ya sé que "Laberinto Carnal" te despoja y se cuela en lo más hondo, pero aún así has hecho una reseña tan auténtica y tan bella que emociona. Graciaspor compartirla.

Besazo.

Anónimo dijo...

Yo no conozco a Elvira, algún que otro poema leí pues mis visitas a los blog de ustedes casi que me obligaron a hacerlo, he visto ya muchos comentarios sobre “Laberinto Carnal” algunos más pretenciosos que sinceros, otros muy sentidos y hermosos, pero tu reseña es extraordinariamente buena, diferente, casi hormonal.
Debe sentirse esta mujer que tanto aman ustedes, muy afortunada, muy feliz, debe ser estremecedor para un poeta que alguien comente su libro de la forma en que tú lo has hecho, que su obra sea capaz de provocar en alguien lo que provoco en ti este poemario.
Estoy enamorado, buscaré ese libro aunque deba mover para ello los mares, lo haré mío de una forma animal y lo dejaré en uno de mis altares más preciados, como el trofeo que necesitamos todos, y tú serás la culpable.
Gino.

ohsinopeus dijo...

con que sea la mitad de bueno que tu elegancian en el despliegue del "rollo", será deleite. cada palabra tuya siembra admiración.

besicos

Ángeles Hernández dijo...

Desde hace varios meses sigo a Elvira Daudet en su blog y he sentido, gozado, sufrido y amado en sus poemas porque -casi- no hay otra podibilidad. Ahora que, lo de tener las letras en papel, tocar , mirar , leer, releer, como toda la vida... Es aún una alternativa mejor.

A por el libro, aunque ya no ha de ser el número 017.

Saludos y gracias. Á.

Maria Sangüesa dijo...

Tu comentario sobre el libro de Elvira, me parece tremendamente original y hermoso. Sensibilidad que recoge otra sensibilidad y la expresa con pasión y acierto, dándole un toque poético y cerrando de forma rotunda y coloquial. Todo con una fuerza increíble. Un montón de abrazos.

Charcos dijo...

Investiga trapecista ;)

es una grande

Charcos dijo...

Y yo me quedo encantada de que te guste Leo. Es fácil escribir con poesía tan de verdad palpitando.

besicossss

Charcos dijo...

Maffi ya verás que te encanta el libro ;)

besicosss

Charcos dijo...

husmea Rocío que estoy segura que te gustará.

besicoss

Charcos dijo...

Querida Elvira gracias millones a ti por ser de verdad y por tu poesía.

Besicos no sabes cuantos

Charcos dijo...

y qué te digo yo ahora Paloma?

pues que en la nube se está genial

luego bajo


besicossssssss

Charcos dijo...

Gino me desatornillo con tus palabras WOW

y sabes? me alegro infinito que te vayas a hacer con tu número azul de Laberinto Carnal.

besicosssss

Charcos dijo...

kynikos gracias!!!!!!!

ya verás Elvira es absolutamente arrebatadora y auténtica

besicossss

Charcos dijo...

a por el libro Angeles! a por tu número azul! no tardes

Besicosss

Charcos dijo...

Gracias María me chifla que te haya gustado lo que escribí que te aseguro que salió a borbotones

besicosss muchos para ti

José María Alloza. dijo...

Pensaba que te había comentado esta entrada, ando más despistado que el despiste, debe sé el amó, o la luna en la playa… :-) En fin que te voy a decir que no te hayan ya dicho sobre esta entrada, pues hala, te lo digo como viene : eres cojonudamente buena lectora, y además sabes transmitir el sentimiento ¡joer! que me has puesto la piel de gallina.
Y un montón de besos y lupus aullidos

Isolda Wagner dijo...

Ay Charcos, me ha emocionado tu crónica del libro de Elvira. Siempre te digo que tu mirada es distinta, especial, que ves más allá de los demás. El 017 es precioso, pero no me negarás que el 101 también.
Besos entrelazados como tu sol y dar y dad.

Charcos dijo...

es lo que tiene la luna Jose María a unos los despista a otros les salen colmillos.. Y gracias por esas palabras sin protocolo (como me gustan así sin puntillas ni encajes)

besicosss

Charcos dijo...

Gracias Isolda, emoción es leerla y releerla y volverla a leer.

guash ser diferente lo tomo como el mayor de los milagros ;) aunque no lo sea tanto. El 101 también mola y sobretodo porque es único ;).

besicossss

Pez Susurro dijo...

es obvio que me has convencido...


;)

حزقيال dijo...

Voy desatando palabras en este laberinto de emociones que atravieso con mis pupilas, de donde se asoma una lagrima para deslizarse luego sobre mi mejilla y ahogarse en mis labios y así estremecer mi alma como lo hizo tu hermoso texto.

Me queda pendiente investigar la poesía de Elvira

Besos en el alma
Ezequiel

Charcos dijo...

es obvio que me alegro Pez

besicosss ;)

Charcos dijo...

Madremía Ezequiel gracias por esa lágrima viajera, un lujo estremecer aunque Elvira más que una lágrima te provocará un tsunami de sentimientos.

investiga investiga

Besicos agradecidos para ti

VICTOR VERGARA dijo...

Un comentario muy merecido y hermoso. Elvira es, sin duda alguna, una gran poeta.

Un besico.

Charcos dijo...

grandísima poeta sí!!!

besicos mil para ti