recuperando las perdidas nubes
que nunca fueron
de vez en cuando los pinceles duelen
mientras susurran los minutos agua
que ahora truenan
tanto serrín entre los dedos hielo
tanto bostezo aguja, tanta luna
acribillando las sentencias huecas
que nos enferman
de vez en cuando las cerezas manchan
la frente abierta nos descubre el humo
los huesos rojos, la violeta espera
de vez en cuando nuestras jaulas suenan
sin margaritas ni tornillos plata
que nos enredan
No hay comentarios:
Publicar un comentario