Hay una
epidemia extraña que hace que todo tenga un sabor a cadena .... siempre el
mismo número(exacto) de granos de sal disimulando el temblor, con su fogueo y
sus equinoccios, con sus pequeñas virutas sin gas....... da igual que
abra los versos azul turquesa o los negro calavera, siempre la misma cartulina
empeñada en ser puñal de los que abren canales y bosques, de los que tensan
cabos y tuercas.....
Hay una
extraña epidemia que me hace cada día fumigar mis letras y engrasar las bisagras
vaya a ser que llene yo también mi casa de recortes de pan.
Hay una
fiebre extraña que nadie quiere parar.