lunes, 3 de junio de 2013

naftalina a cero



Ayer me decía un amigo que me quedaba poco para escribir... os aseguro que he rebuscado entre los bolsillos, en un par de zapatos aturdidos y en tres pelusas que andaban convenciendo al viento... y ha sucedido lo que siempre me convierte en hielo seco (ese que congela la vida sin derramar ni una gota) y ahora tengo tres botones minúsculos, un ticket de metro y cuatro palabras asustadas.