martes, 29 de noviembre de 2011

Pro seguir

Pro seguimos
si gamos
despeguemos la carta de ajuste
hagamos una trenza con tus despistes
calculemos el infinito de mis manos
o de las tuyas infinitivas
per seguimos
per si gamos
los algodones de azúcar como estandarte
la prisa por acariciar tus aristas
el frío que nos huye
con seguimos
con si gamos
desplegar las manos y limpiar el cielo
de tanto vaho

viernes, 25 de noviembre de 2011

entre trenes y colillas

Dos
o doscientos trenes pitando qué más da
marrón glaçé o Paris que siempre llueve
y las sábanas crujiendo
todas las risas
todas
piedras agua, que siempre
reptan hacia doscientos quémásda.

Entreno mis labios antes de que el día dé a luz sin ganas
todas las calles, los adoquines
todas las fieras
respiran humo
sin risas
sin trenes.

El té siempre sin azúcar
los besos hilvanados 
y en el bolsillo
los rieles a medio gas.



miércoles, 23 de noviembre de 2011

leyendo "Terrenal y Marina" de Elvira Daudet


Hace poco recibí tres libros, entre los que estaba Terrenal y Marina, me temblaba en las manos (al principio no lo entendí pero es que estaba lleno de mar y de tierra y de mí y de todos), lo dejé reposar unos días en la mesilla de noche. Los buenos libros han de reposar como el vino, hay que tocarlos como la primera vez a un amante y dejarlos mirarte hasta que un día decides navegar entre sus páginas, que te envuelvan, que te secuestre el tiempo (ese que nos empeñamos en llenar de horas) y se convierta en versos.

De sal y caracolas y caigo en el hechizo, ya no me pregunto por qué de repente en vez de letras hay un espejo, ni por qué hay trozos de sal en mis pestañas. Y no, no se va la vida aunque duela y conozco el opio que invade los adentros y abre las ganas de abrir puertas y vidas aunque sean luego puñales y sea condena, amor eterno (el que nunca muere aunque insistamos en matar). Droga dura y me quedo perpleja miro a un lado y a otro, estoy sola, tengo un poema que me entiende… a mí (¿?).  He de cerrar los ojos un instante y recobrar el aliento (¿se puede llorar de belleza? ). Me estremezco con el siguiente poema “Julieta” cuyo primer verso dice así “llueve bajo sus párpados cerrados” vuelvo a mirar a mi alrededor y confirmo que sólo estamos el poema, yo, el cielo gris y mi perrita acurrucada al lado.

Estos días he leído tantos poemas que no me han dicho más que palabras, leyendo a Elvira Daudet me reconcilio con la poesía,  con la que me importa un pepino cómo se haya escrito porque la mastico y sabe a vida. Y si la aprieto me sangra el alma y ¿cómo lo hace? vuelvo al conocido pepino, que más da…  Ayer decían que en el museo Sorolla explicaban cómo conseguía el blanco el maestro de la luz, pero qué horror pensé yo, a mí me da lo mismo sólo disfruto con su obra.

Es madrugada de Domingo y sigo abrazando cada hoja, cada palabra, cada metáfora y leo el “amante de lluvia” vuelo hacia los recuerdos que no son los míos y los siento,  amantes fugaces que siempre vuelven porque nunca se fueron. Continúo y “el sueño se hace grito” y cada verso va estampándose por las esquinas de este cuarto tan blanco y tan lleno de Elvira ahora. En el año 1999 se publicó este poemario, tan de hoy a pesar de ayer.

Los chacales aúllan tan cerca que puedo oler ese silencio fúnebre y  el sollozo se hace futuro , retumba en aquella fotografía que nunca miro, “envejecer a solas”, “ángeles descuidados” y es ése cementerio al que nunca quiero ir ni nombrar el que se hace piedra sangre y se me aparece como fantasma frío.

Necesito respirar y es que cada poema es un universo entero de sensaciones que brillan y van removiéndote unas veces despacio y otras  te derrumba sin avisar, como la verdadera belleza y lo auténtico que nunca necesitan preludios.

De repente me avergüenzo enormemente de mis raquíticos y torpes versos que Elvira ha leído cada vez que ha visitado este blog. Es como si el gran Miguel Angel en todo su esplendor tuviera que contemplar un pastorcito de plastilina.

Sigo paladeando cada poema, despistando esa muerte que a todos nos acompaña como si fuera “simplemente un cuento” y otra vez los poemas inundan la noche,  en la ventana se deshace una flor de nieve Leonor  niña de luto tras el poeta, alguien en la distancia sueña y tiembla con tanta tierra hermana, con tanto mar, es ancha la muerte y el hombre sólo un átomo de llanto. Palpo la tierra, oigo las olas de África, quiero ser hoja mar o simple caracola, tiemblan mis ventanas de tanto viento y me mece el mar Elvira y me tiembla la tierra Daudet .  Mar,  olas…. y el mar en cada una de las hojas respira olas, y la tierra más verdad . Vuela un papel con ansia de gaviota sobre él padre agua sal, madre ola espuma. Y se llena la orilla de arena y una niña se rompe y la barca vacía… hilvano mis trozos que lloran el mar y la luz se me ciega de sur.

¡Qué danza de amarillos
que vaivén de violetas!

Mar vida, dios libertad y moribundo. Todo ojos como yo en cada verso, en cada palabra, en cada suspiro leyendo a este Mar que es Elvira Daudet.


sábado, 19 de noviembre de 2011

Bricopoesía




* en el blog de Crítica Feroz hubo un debate estratosférico, el protagonista un cáncamo, llegó un momento que no sabía si andábamos en un foro de bricolaje.


jueves, 17 de noviembre de 2011

ricardo


Ahora ya sé pronunciar tu nombre sin que se salga la erre entre los dientes, he dejado de tirarme a la piscina dando volteretas pero sigo sin saber nadar recto. Ya no me como los cereales a puñados (aprendí a tomarlos con leche) aunque sigue la arena entre mis dedos. La playa continúa allí  y todo tiene un sabor que no entiendo.

Ahora ya sé pronunciar la erre pero sigo perdida y a veces me levanto a las cuatro de la mañana y recuerdo aquel día de viento, desde entonces sé, que con ocho, las heridas duelen.


martes, 15 de noviembre de 2011

raya da


nos empeñamos en pintar la línea
pulcra y perfecta
siempre son cuatro robles entre tu ventana
y mi rellano

nos convencemos de que nuestra piel es boa
y siempre
después del beso
los dinosaurios se nos mueren
en nuestra línea que no es pulcra
y sabe a sangre


sábado, 12 de noviembre de 2011

una boca en azules

a Beatriz Boca

de azul hierve y rubio sangra
tanta tierra y tanto aire y tanto

Ssss

que la boca se abre otra vez
y el silencio se abre otra vez
y el viento se llena de bocas que se abren

otra

vez


que se aprieta la luna y la boca
de hambre azul y cielo terco

apriétame sin grito
fuerte
y una estampida de largos
largos pies harán pedazos cualquier muro

cuna verso, musa estampa
es ella
sin más armas que poeta

y salieron al vuelo
perchas
decencias
panfletos
tres dientes
y fuimos todos uno
y en cada boca una luna
y en cada mano una luna

Una



lunes, 7 de noviembre de 2011

(d)estrofada

A  José Luis Zúñiga

Puedo decir que te has marchado, pero no,
los que van vuelven,  pero faltas
y sin migajas te derramas
sin faltar.

Los que faltan se van, no duelen.

Que tú no estás en mejor vida,
la mejor era esta  cabrón,
la mejor era e  s  t   a,
era mejor, la de los tropos locos,
la de las puertas y los huecos ,
la de tus versos que eran míos - quizás de otros-
pero tan míos - aunque de otros sean-
tan solo míos
y no
no te perdono, desde Abril
no te perdono,
que de los dos, tú seas el ido.



domingo, 6 de noviembre de 2011

tel-arañas (cuatro palitos)

seglares vírgenes
blanquean sueños
los pastorcillos se nos funden

muerto está Dumbo
mientras cien perros barbie
al caviar retan

olas de azufre
y nos hacemos la montaña
si embotellado el aceite vuela.

Y el viento siempre él
revuelto

(seis de noviembre de dos mil once)

viernes, 4 de noviembre de 2011

un instante sin

desnuda
preguntas sable velan tu frente
viento y tornillos
lluvia

calambre hielo
los ojos llenos de botas
las manos ausentes
las puertas huyen
crecen
la sangre  seca

desnuda

sin