domingo, 5 de diciembre de 2010

charcos

No me dan miedo los charcos
no me dan miedo los pánicos
no me dan miedo los palos
no me dan nada los cielos

me dan miedo tus ojos
cuando de nada llenan ese vacío nuestro

4 comentarios:

VICTOR VERGARA dijo...

Coincido. El vacío en la mirada, la mirada dirigida hacia otro lado, son más de temer. Prefiero no encontrármelos, o en todo caso alejarme de ellas.

Abrazo.

Charcos dijo...

si! son más desoladoras que todo el hielo junto.

;)

Lunska Nicori:BegoñaGTreviño dijo...

Si nada hay, la mirada se pierde. No hay nada más triste ni más desolador, ni nada hay que nos deje más impotentes... pero siempre hay ese "chasquido" interior, ese resorte que nos desordena nuestro mundo para ofrecernos una vida mejor...
Si el vacío aparece, mejor desparecer de la escena.
Expresado el temor y la desolación en su enésima potencia. ¡Bravo!

Charcos dijo...

y así es, fue y será siempre ese chasquido vuelve a desentumecer el vacío para llenarlo de otra senda de otro día